La Junta de Andalucía adjudicó a dedo más de la mitad de los contratos en 2009

 

La Cámara de Cuentas denuncia que los concursos se trocean para otorgarlos “directamente”.

 

La gestión del fondo de reptiles del que salían las partidas para pagar los ERE podridos pesa sobre el Gobierno de José Antonio Griñán y puede que, más pronto que tarde, esa labor acabe sentándole ante la Justicia. Pero las irregularidades en torno a la inclusión de intrusos –“amigos, familiares y miembros del PSOE”, como ha recalcado la juez– en los expedientes de regulación de empleo no es si no una parte de las “deficiencias” de la gestión de los socialistas.

El último informe de la Cámara de Cuentas andaluza ha puesto de nuevo en evidencia la arbitrariedad aparente con la que opera la Junta de Andalucía. Según ese informe, el 53,49% de todas las adjudicaciones realizadas por el Gabinete de Griñán en 2009 se hizo “sin publicidad”. Es decir, que las concesiones del Ejecutivo andaluz se realizan “mediante un procedimiento negociado”, sin un concurso público. 

La Cámara de Cuentas regional ya ha avisado al Gobierno de Griñán en varias ocasiones de este hecho y, según consta en el referido informe, esas “deficiencias” habían sido detectadas con anterioridad por lo que en su último análisis fiscalizador se “recomienda a los órganos de contratación adoptar el grado de objetividad en las adjudicaciones”.

Pero el hecho de que la Junta prefiera conceder de forma directa los contratos no es lo más grave. Según se apunta en el análisis del órgano fiscalizador, “el 80% de las adjudicaciones realizadas por el procedimiento negociado sin publicidad, se ha producido sin la adecuada concurrencia”. De hecho, expone la Cámara, aunque la legislación exige que en esos procesos negociados se presenten al menos tres ofertas de empresas que deseen hacerse cargo del encargo de la Junta, “en la mayoría de los casos sólo se obtuvo una sola respuesta”. O lo que es lo mismo, que el Gobierno socialista no informaba debidamente de los procesos de adjudicación y que casualmente eso conllevaba que sólo una empresa optara por hacerse con las adjudicaciones.

Más grave si cabe es que la Cámara de Cuentas alerte de que el Ejecutivo que dirige Griñán opte de forma “predeterminada” por tramitar las adjudicaciones en pequeños paquetes. De modo que si se racionan los contratos su importe sea menor y no haga falta convocar un concurso abierto. “Estas actuaciones pudieron constituir un supuesto de fraccionamiento del objeto del contrato prohibido”, sentencia el órgano fiscalizador.

En ese informe, de más de 800 páginas, la Cámara de Cuentas afirma que ya pidió con anterioridad a la Intervención General de la Junta que eliminara las “deficiencias” y vigilara las “modificaciones” de las “cuentas extrapresupuestarias”, como la que se destinaban al fondo de reptiles.

Artículo original: www.intereconomia.com