jueves, 20 de octubre de 2011

Se que esta época del año no es la más propicia para practicar este deporte, pero me ha parecido una noticia interesante relacionada con nuestra tierra. Espero que os guste.

Adrenalina acuática

 El río Guadalentín es un lugar mágico para los amantes de la naturaleza y la aventura. Su descenso proporciona al visitante una gran liberación de adrenalina acompañada de unas vistas inmejorables y un más que refrescante baño.

"¿Qué podemos hacer en verano para sofocar el calor y que sea divertido?" Esta pregunta se la hará más de una persona y quizás, siempre acabe pensando en que ir a la playa o a la piscina, o incluso recurrir a unos manguerazos o cubos de agua sea la mejor solución para pegarse un remojón y pasar un buen rato. Lo que no sabe es que existen otras muchas alternativas más atrevidas e incluso aún más refrescantes.
 El descenso de barrancos es una de las opciones que debemos tener en cuenta si queremos pegarnos un buen chapuzón y ver como nuestra adrenalina se desata por cada poro de nuestra piel. Se trata de una actividad que precisa supervisión de expertos y determinados permisos medioambientales para poder desempeñarla. Para ello, existen empresas especializadas que ofrecen la posibilidad de realizar un descenso de barrancos con las máximas garantías de seguridad. Gestión del Ocio (GEO) es una empresa de turismo activo afincada en Albolote que nos ha acercado a un espectacular y desconocido lugar a pocos kilómetros de casa.

El río
Muy cerca de la Comarca de Baza, en la Sierra de Cazorla, nace el río Guadalentín, un corto afluente del río Guardal que desemboca en el Guadiana Menor, a la altura del embalse del Negratín, entre los municipios de Cuevas del Campo y Zújar. Su manantial, conocido como nacimiento del Guadalentín, tiene lugar en las inmediaciones del pantano de la Bolera, en el término municipal de Pozo Alcón. Y es aquí donde comienza la aventura.
Desde la propia presa del embalse de la Bolera se puede acceder para disfrutar de este maravilloso paisaje y preciosa actividad como es el descenso del río o barranco. El entorno donde está enclavado es excepcional, con enormes desfiladeros horadados por abundantes aguas y pozas cristalinas propias de un lugar exótico del otro lado del mundo. Presenta una vegetación densa de rivera y una variedad de ecosistemas y fauna de la zona, como la nutria, la trucha y el cangrejo de río.

Atrevidos
Para todos los que se atrevan a contratar este tipo de actividad tiene que, antes dar luz verde al desarrollo de la aventura, asegurarse de que el tiempo es estable (cielo totalmente despejado y sin probabilidad de tormentas) y provisionarse de material específico indispensable para el descenso del Guadalentín, artículos que suele proporcionar la empresa contratada. Un casco, un traje de neopreno de al menos siete milímetros, cuerdas semi-estáticas, mosquetones, ochos, un arnés, una buenas zapatillas deportivas, guantes de neopreno, y si se quiere disfrutar aún más del entorno y llevarse un buen recuerdo, unas gafas de bucear y una cámara fotográfica acuática.
"La protección que ofrece el neopreno es de lo más importante a la hora de realizar un barranco pues el agua, como es en el caso del Guadalentín, está en verano a no más de 15 grados. Acompañar la vestimenta acuática con unos guantes y unos escarpines para los pies es lo ideal para mantener la temperatura corporal en unas condiciones óptimas", asegura César García, responsable de GEO.
El que las precipitaciones no sean demasiado escasas durante todo el año, como está siendo habitual en la zona, hace que en la época estival se pueda disfrutar del río de una forma más aventurera. Saltar de poza en poza, bucear en pequeñas cuevas, colarse a través de un sifón, rapelar, usar las rocas en forma de tobogán... son muchas de las cosas que se pueden hacer durante el descenso del río, cuya ruta acuática suele durar unas cinco horas, dependiendo siempre de lo que cada uno se recree entre salto y salto y en el tiempo que gaste admirando el espectacular entorno que parece sacado de un cuento de hadas.
"Lo mejor de todo es que cualquier persona que se considere atrevida, aventurera, sin miedo y que sepa nadar es apta para realizar esta bonita actividad en un paraje inigualable", señala el monitor. Quizás la agenda de ocio de muchos haga un hueco y reserve un día para descender el río Guadalentín, a tan sólo 30 kilómetros de Baza.

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